Monday, February 11, 2008

¿Quién es Otto Reich?

Prontuario del enviado de Bush: ¿Quién es Otto Reich?
Por: Ernesto Carmona* Fecha de publicación: 25/03/04


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mándaselo atus panas
Nota de aporrea: Especial de Paralelo 21, Radio Universidad de Guadalajara, México.
Véalo en Paralelo 21
Otto Reich, el hombre que recorre América del Sur para alinear a losgobiernos contra Cuba en la votación de Ginebra sobre Derechos Humanos,no tiene ningún cargo oficial a causa del veto del Congreso, peropertenece al reducido grupo de cubanos de extrema derecha que manejan lapolítica de Estados Unidos hacia Latinoamérica desde los tiempos deRonald Reagan. Su última tarea importante fue la coordinación del golpeen Venezuela, también su último fracaso, el 11 de abril de 2002.Su presencia por estas latitudes del Sur irrita a la gente decente,aunque ésta pertenezca a las derechas políticas locales, por tratarse deun enviado de muy baja estofa, un interlocutor indeseable, prácticamenteun delincuente. Por lo menos esa fue la impronta que le asignó GabrielValdés, senador chileno DC y ex Canciller de los años 60, cuando Reichvino hace un año a “cuadrar” a Ricardo Lagos con la guerra de Irak, conresultados muy poco satisfactorios. El intelectual mexicano Heinz Dieterich lo describió como “la manoderecha de la guerra sucia de Bush en América Latina, su embajadorplenipotenciario para el hemisferio”. A mediados de 2003, Reich le dijoa Silvio Berlusconi, en Italia: “Los días del gobierno de Castro en Cubaestán contados, está llegando a su fase final', frase que repitió deinmediato Ana Palacio, la ministra de Exteriores del gobierno de JoséMaría Aznar, en España.Un veterano del juego sucioTiene ideas muy claras para la región: “Hay dos países que nos causanpreocupación en América Latina, uno es Cuba y el otro es Venezuela yEstados Unidos va a seguir con suma atención el referéndum revocatorioen Venezuela en agosto”, dándolo por hecho con más de un año deanticipación, en sintonía con el estilo de intromisión del gobierno deBush.Sus declaraciones siempre violan obviamente las reglas del juegodiplomático. Como nunca le resulta “la diplomacia”, en su cabeza–conectada por línea directa con la de Bush– bullen permanentes planesde sabotaje paramilitar y planes de confusión permanente para los mediosde comunicación. “Y por supuesto, alienta la decisión de Washington deno permitir una democracia nacional [en Venezuela] y menos un bloqueregional de poder”, dijo Dieterich. El cubano-estadounidense pertenece a la red de veteranos de laconspiración Irán-Contra que hoy ocupan altos cargos en laadministración Bush, entre ellos John Negroponte, ex embajador enHonduras y actualmente en la ONU Nueva York; Rogelio Pardo Maurer, exalto oficial de la Contra nicaragüense, hoy funcionario de alto rangoencargado de América Latina en el Pentágono; Elliot Abrams, exsecretario adjunto para América Latina del Departamento de Estado, quienadmitió haberle mentido al Congreso sobre su apoyo a la Contra,actualmente miembro del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca;y John Poindexter, condenado penalmente por cinco cargos de mentir alCongreso sobre sus esfuerzos ilegales en apoyo a la Contra, hoyencargado de “contraterrorismo” en el Pentágono.“Ninguno de estos tipos se preocupa por la diplomacia”, opinó unfuncionario del Departamento de Estado que pidió anonimato al diariomexicano La Jornada. Existen por lo menos otros sietecubano-estadounidenses conservadores involucrados directamente en lapolítica exterior hacia Latinoamérica, entre ellos, Adolfo A. Franco, elmás alto encargado de América Latina en la Agencia para el DesarrolloInternacional (USAID) –frecuentemente utilizada como fachada por la CIA–y el coronel Emilio González, alto funcionario del Consejo de SeguridadNacional de la Casa Blanca, “evaluador” de la política estadounidensehacia Cuba. “Lo que tenemos aquí es un dominio total del proceso, deldiseño de política hacia América Latina por el ala de extrema derecha dela comunidad cubano-estadounidense”, declaró a La Jornada el analistaLarry Birns.“Hasta al mono más hábil se le resbala la banana”Como “diplomático”, Reich ha sido un rotundo fracaso, aunque llegó a serembajador en Venezuela, porque, definitivamente, este conservador deextrema derecha no tiene “pasta” para el oficio. Le tomó un año de lobbyobtener que Bush lo designara subsecretario para AsuntosLatinoamericanos, el cargo más alto del Departamento de Estado enpolítica hacia América Latina después del secretario Colin Powell, perosin la aprobación del Congreso, aprovechándose del subterfugio de lasvacaciones de fines del 2001. Pero antes de un año fue destituido en ausencia, con una buena dosis dehumillación. A fines de noviembre 2002, justo mientras se hallaba enBrasil, el Congreso lo mandó a la calle sin ceremonia, por el simpleexpediente de no confirmar su nombramiento, antes de comenzar el nuevoreceso navideño 2002. Pastor Valle-Garay, profesor de la Universidad deYork, Canadá, explicó entonces su desempleo por “sus colosales fracasoshemisféricos”. “Hasta al mono más hábil se le resbala la banana”,graficó el académico de Toronto, Canadá.“América latina dio un suspiro de alivio”, escribió Valle-Garay. “Nohabrá sub-Secretario Adjunto de Estado quién sabe hasta cuando pero esmejor quedar solo que mal acompañado”. Bush tampoco tiene la menorintención de perder el tiempo prestándole mayor atención al Hemisferio,según el premonitorio profesor canadiense. “Por los próximos dos años–hasta las nuevas elecciones presidenciales en los Estados Unidos- laCasa Blanca dedicará toda su energía a la lucha contra Saddam Hussein,Osama Bin Laden y el antiterrorismo creado por su gobierno. La Américalatina cayó del mapa de la Casa Blanca. ¡Qué suerte!”, escribió. Bush tampoco se la jugó a fondo por su asesor, porque pudo mantenerlo demanera “interina” hasta enero de 2003, cuando su nombramiento sería másfácil de ratificar, con un Congreso en manos de los republicanos. PeroBush prefirió evitar la polémica para dejarlo como enviado especial.Un cargo decorativoPara no dejarlo botado al borde del camino al poder, lo designaron“enviado especial” del departamento de Estado, un título tan precariocomo el de “Gobernador de la lluvia”. Con esas charreteras vino aAmérica del Sur a presionar los votos de Paraguay, Argentina y Brasil enla ONU. A Chile no viene esta vez, quizás porque el voto lo considerenseguro o, simplemente, porque a Ricardo Lagos le avergüenza tener querecibirlo.En 2003, Bush tuvo que conseguirle la cita con Lagos mediante unallamada telefónica porque ya en noviembre de 2002 el chileno no quisorecibirlo por motivos de “protocolo”. Su estilo “diplomático” es laprepotencia. Siempre dice que EE.UU. espera “consecuencia” de sus amigosy socios comerciales, chantajeando con los “toques finales” deaspiraciones de algunos gobiernos latinoamericanos, como los cacareadostratados bilaterales de libre comercio.La diplomacia no es su lado bueno, si es que tiene alguno. Para GabrielValdés, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado yprogenitor del ex representante en la ONU y actual embajador en BuenosAires, su entrevista con Lagos del año pasado fue “una falta de respeto(...) Es una persona que no tiene ninguna calidad, me molesta en ladignidad. Chile puede ser socio, pero no lacayo” (Radio Agricultura,28/02/2003). Siempre hay bronca por la pequeña estatura del emisario.Especialista en fracasosMientras Reich desempeñó la subsecretaría se desplomó Fernando de la Rúaen Argentina, Evo Morales estuvo cerca de ganar las elecciones enBolivia, Brasil y Ecuador eligieron a los “disidentes” Ignacio “Lula” DaSilva y Lucio Gutiérrez, en Nicaragua se abrió un juicio por fraude ylavado a su protegido ex presidente Arnoldo Alemán, quien deberá pasaruna larga temporada en la cárcel.Durante su gestión se enfriaron las relaciones con México y Canadá, elPlan Colombia anduvo empantanándose, se generalizó la oposición alTratado de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y fracasó su estrategiade frenar las relaciones comerciales con Cuba de algunos inversionistasestadounidenses. En septiembre de 2002, en entrevista a con El País deEspaña metió la pata con el “amigo” Carlos Menem. No estuvo tan malporque lo llamó “corrupto”, pero no agradó a los Bush porque es “amigode familia” y fue “aliado” del Papá en la guerra del Golfo. Reich es tan desfachatado que le advirtió al gobernador de Minnesota,Jesse Ventura, que no participara en “turismo sexual” en su viaje a Cubacon más de 300 hombres de negocio.Dicen que Bush no sintió pesadumbre por la destitución de Reich. EnWashington lo criticaron porque informó mal al Departamento de Estado yse equivocó de plano cuando coordinó el fallido golpe de estado del 11de abril de 2002 en Venezuela, contra el gobierno de Hugo Chávez. En Caracas lo caracterizan como un “payaso”, pero pidiendo excusar a esahonorable ocupación. Cuando tomó posesión de la Subsecretaría, a finesde 2001, comenzó un discurso saludando a sus “amigos, ex colegas yco-conspiradores no acusados penalmente” y advirtió que silenciaría atodos sus críticos haciéndolos detener. Después dijo que fue una broma. Un fanático peligrosoReich ya fue acusado de actuar ilegalmente mientras se desempeñó en elDepartamento de Estado en tiempos de Reagan. Nació en Cuba en 1945, enuna familia de origen austriaco que emigró a Estados Unidos. Se describe“medio cubano, medio austriaco, medio católico, medio judío”. También esconservador entero, anticomunista y “libre mercadista” de la líneaReagan. Antes que éste lo nombrara administrador asistente para AméricaLatina de la USAID promovió negocios en Miami y Washington. En 1983 fue nombrado primer director de la Oficina de Diplomacia Públicaen el Departamento de Estado, donde trabajó cerca de Oliver North,asesor de la Casa Blanca en promoción de apoyo público en Estados Unidosen favor de la Contra nicaragüense. El contralor general de EstadosUnidos, republicano, en 1987 decidió que Reich participó en “actividadesde propaganda prohibidas y encubiertas”. Otros documentosdesclasificados demuestran que contrató personal militar entrenado en“operaciones sicológicas” para promover la suspensión de la prohibiciónlegislativa de asistencia a la Contra nicaragüense. William Goodfellow, analista del Centro para la Política Internacionalde Washington, lo calificó de “fanático derechista, con un récord biendocumentado de negocios sospechosos que vienen desde el escándaloIrán-Contra”. En buen romance, las andanzas de Reich involucrarontráfico de drogas y protección a terroristas cubanos al servicio deEstados Unidos, como Luis Posada Carriles, quien está preso en Panamá, yOrlando Bosch, su cómplice en la voladura del avión cubano en Barbados,en 1976. Recaudó, canalizó y lavó dinero ilegal en bancos de IslasCaimán y el Lake Resources de Suiza.Reagan lo nombró embajador en Venezuela (1986-1989) para sacarlo deWashington. Luego fue “premiado” como embajador alterno de EE.UU. en laComisión de Derechos Humanos de Ginebra. Bill Clinton lo botó delempleo, pero retornó al mundo de los negocios como lobbysta enWashington y asesor de empresas, estadounidenses y extranjeras. Uno desus clientes más importantes fue Bacardí, la empresa de licores con sedeen Bermuda. El negocio del ron Bacardí fue muy beficiado por la leyHelms-Burton de 1996, que fortaleció el embargo contra Cuba. Según DanFisk, ex asesor del senador Jesse Helms, Reich ayudó a redactar esa ley.Varias cláusulas de la ley Helms-Burton beneficiaron directamente aBarcardí y a otras empresas que abandonaron Cuba después de larevolución. El Centro de Política Internacional reportó que Reichrecibió US$ 1.2 millones de Bacardí por su desempeño, que incluyórevocar la protección de propiedad del ron hecho en Cuba para queBacardí pudiera comercializar su propio Havana Club fabricado fuera dela isla. Reich vendió su negocio de cabildero de Bacardí a otra empresade lobby, bajo un arreglo que genera dudas sobre un posible conflicto deintereses, eufemismo que en Estados Unidos designa a la corrupción.“Este tipo es un conflicto de interés andando. Es el hombre de Bacardíen el Departamento de Estado”, dijo Goodfellow.Lobbysta de los F16 para ChileAntes de volver al Departamento de Estado, fue promotor de causasconservadoras y crítico de la política de Bill Clinton hacia Cuba, todoesto sin abandonar los negocios de tráfico de influencia (lobby) en losque se involucró con Chile. La organización Religious Task Force onCentral America and México asegura que Reich es el jefe de WorldwideResponsible Apparel Production (WRAP), una organización de fachadaaparentemente dedicada al monitoreo de fábricas de ropa de ultramar,dedicada realmente a buscar líderes en la industria para controlar lasfábricas y reducir los derechos de los trabajadores, o sea, unaactividad típicamente mafiosa.El prestigiado ex presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la PazOscar Arias escribió en Los Angeles Times (29 de abril de 2001) que elnombramiento de Reich sería “un retroceso real para la cooperaciónhemisférica”. Dijo que fue cabildero de la Lockheed Martín para la ventade los aviones F-16 a Chile, contribuyendo así a liquidar la políticaestadounidense de no vender sistemas de armamento avanzado aLatinoamérica. Arias manifestó sentirse “muy intranquilo acerca decuáles serían los propósitos que se cumplirían con su potencialliderazgo en nuestro hemisferio”. Colin Powell tuvo reservas para nombrarlo en el puesto que hoy ocupa. Sunombramiento estuvo sujeto a intensa crítica y nunca fue ratificado enel Senado. “El señor Reich carece de capacidad para ser un buenadministrador, de juicio sano, con sensibilidad apropiada antepotenciales conflictos de interés, con la confianza de otros gobiernosen la región y la capacidad para superar divisiones partidarias dentrodel Congreso”, escribió el senador Christopher Dodd, entonces presidentedel comité senatorial que debía aprobar su nombramiento: “Otto Reich noestá calificado para el puesto”, remató. Otros senadores se expresaronde manera similar.Protector de terroristasDespués del 11 de septiembre hubo otra oportunidad para promover sunombramiento, pero de nuevo Powell no incluyó su nombre en losnombramientos de “emergencia”. Más tarde, la Casa Blanca puso el nombrede Reich al final de una lista enviada al Senado por el secretario deEstado. De nuevo Dodd se opuso. El senador señaló que no existía apoyoen el Senado para ratificar a Reich. Su vocero Marvin Fast presentónuevas dudas sobre la capacidad de Reich. “Cables del Departamento deEstado en el período de 1986-87 indican que el señor Reich, entoncesembajador en Venezuela, preguntó a Washington en varias ocasiones sobrela elegibilidad de Orlando Bosch, notorio terrorista anticastrista paraingresar a Estados Unidos”, explicó Fast en diciembre de 2001. Bosch, agregó Fast, tenía una historia documentada de por lo menos 30atentados terroristas, incluyendo algunos en Estados Unidos, y estuvo enla cárcel por haber disparado con una bazuka contra una nave polaca enel puerto de Miami. Cuando Bosch logró ingresar a Estados Unidos, en1988, fue arrestado. Fast añadió: “Hasta hoy, Otto Reich no hacalificado al señor Bosh de terrorista. Ciertamente esto pone en duda eljuicio del señor Reich mientras nuestra nación libra una guerra contrael terrorismo”.Bush utilizó una treta parlamentaria, conocida como “nombramiento dereceso”, para instalar a Reich en el Departamento de Estado sin el vistobueno del Senado. Mientras el Senado esté en receso, el presidente tienela facultad de nombrar funcionarios en puestos claves sin ratificaciónlegislativa. El único problema es que este nombramiento de Reich sóloduraría hasta fin de año. En mayo de 2002, Bush solicitó al Senadoreconsiderar este nombramiento, pero fue imposible, tanto como unsegundo nombramiento de receso.“Este negocio en Venezuela –su coordinación de los golpistas– casiseguramente hundirá cualquier posibilidad de que (Reich) consiga unnombramiento pleno”, comentó un funcionario gubernamental. Incluso,simpatizantes conservadores de Reich indicaron a La Jornada que lograrsu ratificación sería una “batalla cuesta arriba”. En las últimaselecciones legislativas de noviembre 2002 los republicanos lograronretomar el control, pero Bush ya no se mostraba tan interesado en Reich.Investigación pendienteCatorce congresistas federales exigieron una investigación legislativa“a fondo” de las versiones de que Otto Reich y otros funcionariosestuvieron involucrados en el intento de golpe contra Hugo Chávez,informó en Washington a La Jornada el portavoz de un legislador. “Elnúmero creciente de informes y admisiones de un papel estadounidense enel intento de derrocar al gobierno de Chávez amerita una investigación”,afirmaron el representante Dennis Kucinich y otros 13 congresistas en elborrador de una carta que circuló entre sus colegas en mayo 2002.Los legisladores solicitaron a las dos cámaras del Congreso “unainvestigación a fondo sobre qué papel ejerció el gobierno[estadounidense]”. Varios líderes legislativos evaluaron la posibilidadde una indagación sobre el asunto. El problema, indicó un funcionario,es qué demasiados responsables de la política hacia América Latina delgobierno de Bush tengan un currículum que provoca sospechas.La revista Newsweek también comentó que la Comisión de RelacionesExteriores del Senado, presidida por el demócrata Joseph Biden,investigaría el papel de Estados Unidos en el golpe de estado. Pero alfinal, no pasó nada.*) Ernesto Carmona es periodista chileno.

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